¿Cuál es la dieta ideal en las personas mayores para conseguir una correcta nutrición? Seguro que te has hecho esta pregunta más de una y dos veces, sobre todo, si tienes familiares a tu cargo. Pues bien, hoy desvelamos la clave para obtener una dieta sana y equilibrada en cada caso.

Como bien dicen los expertos, debemos ir adaptando la dieta con el paso de los años. Cada edad precisa un tipo de alimentación concreta, pero en la tercera edad, debemos tener en cuenta la capacidad de absorción intestinal de los nutrientes. Por tanto, modificar la dieta para adaptarla a su aparato digestivo, es fundamental.

Lo más importante, es que la persona cuente con un menú diario que le aporte los nutrientes necesarios, y se adapte perfectamente a las necesidades y patologías concretas de cada persona, así como a sus características fisiológicas y grado de actividad.

No podemos olvidar tampoco que, la falta de apetito en esta etapa, es frecuente, pero debemos conseguir una alimentación correcta para evitar a toda costa la malnutrición de nuestros mayores. Por tanto, saber qué hacer cuando los mayores no quieren comer, es básico.

Para envejecer bien y de forma saludable, no sólo necesitamos llevar una dieta con gran cantidad de nutrientes, sino que realizar actividad física y mantener la mente despierta son otros dos pilares.

Sin embargo, adaptar la dieta a nuestro desgaste y consumo energético, al tiempo que a las necesidades de cada uno, es primordial. Por tanto, ¿cómo conseguir esa dieta en equilibrio?

  • Las grasas deben constituir el 25% del aporte nutricional diario. Es cierto que las grasas constituyen un riesgo para la salud cardiovascular, pero eliminarlas por completo de la dieta no es aconsejable. Por tanto, procura que el 15% de esas grasas sean insaturadas, es decir, que provengan, por ejemplo, del aceite de oliva.
  • Los carbohidratos deben alcanzar el 55% del aporte nutricional diario, tanto los de absorción rápida, como los de absorción lenta. Entre ellos encontramos la pasta, la legumbre, los cereales o la fruta. Todos ellos, además aportan fibra, elemental para los mayores.
  • Las proteínas deben alcanzar el 20% de la aportación diaria. Para no sobrepasar esta cantidad, lo mejor es no abusar de las carnes y ofrecer pescado. Es posible que un anciano fatigado no obtenga la cantidad necesaria de proteínas. Además, estos platos siempre se pueden acompañar de verduras.
  • Los lácteos también son esenciales en su dieta, ya que aportan calcio, necesario para el fortalecimiento de los huesos. No podemos olvidarnos de una enfermedad muy frecuente en esta etapa, sobre todo para las mujeres, la osteoporosis. Entre los lácteos más recomendados encontramos la leche, el yogur o el queso (mejor si son desnatados).
  • Alimentos ricos en vitaminas A, B, C y D, siempre mucho mejor que tomar suplementos alimenticios.

Como conclusión, queremos destacar la importancia de una dieta de calidad en las personas mayores para conseguir una correcta nutrición. ¿Lo pondrás en práctica?


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