Las condiciones en la vivienda influyen en la salud de los mayores, y así lo demuestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid. Es ahora, con el frío, cuando más nos detenemos a pensar en estos temas.

Situaciones que son comunes, como no tener ascensor o calefacción, influyen en la salud funcional de los ancianos. Está demostrado que aquellos que se ven obligados a subir por las escaleras, tienen mayor riesgo de fragilidad (ya sabemos lo complicadas que pueden ser las caídas en los mayores que originan factura).

Por otra parte, los que no disponen de calefacción en el hogar, poseen índices más bajos de equilibrio, velocidad y resistencia, al tiempo que tienen más riesgo de coger enfermedades si les bajan las defensas. Es muy importante que los mayores de 65 años se protejan del frío.

Los investigadores estudiaron los casos particulares de 2012 ancianos. Evaluaron sus viviendas y el acondicionamiento. A continuación, llevaron a cabo pruebas físicas para determinar aspectos como problemas del equilibrio, lentitud en la marcha o baja fuerza muscular.

Según los autores del estudio: “Esta información nos permitió construir una serie de indicadores de limitación funcional, como la presencia de problemas de movilidad o agilidad, pérdida de fuerza, lentitud, fatiga, baja actividad física o pérdida no intencional de peso”.

Una de esas pruebas fue el test SPPB, que sirve para medir la funcionalidad de los miembros inferiores, así como el equilibrio, la velocidad de la marcha y la resistencia de la persona. Es más. El nivel educativo o la ocupación previa no influyen en este aspecto.

Esta investigación fue llevada a cabo por investigadores del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública y del Departamento de Psiquiatría de la UAM. Llegaron a la conclusión de que una mejora de las condiciones de vivienda de la gente mayor ayudaría a mantener su buena función física durante más tiempo. Como consecuencia de esto, bajaría la probabilidad de dependencia funcional.

Por lo tanto, un domicilio bien acondicionado, con buenos accesos y servicios necesarios, como agua caliente o calefacción, es vital para mejorar la calidad de vida de nuestros mayores.

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